La Nueva Geopolítica Eurasista
LOS RUSOS INVITAN A PASAR AL MEDIO JUEGO
EN EL GRAN TABLERO DE BRZEZINSKI
por Fernando Fuenzalida Vollmar
Pasados ya algo mas de diez años desde la terminación de la Guerra Fria con la victoria del bloque americano y sus aliados, algunas de sus circunstancias comienzan ya a estas alturas a tomar el aspecto de truismos.
Ascendiendo sobre la ola euforica de esa victoria algunos analistas se apresuraron en un primer momento a extrapolar conclusiones y a profetizar para el milenio entero que se abria por delante. Entre ellos, arrastraron el consenso de la intelectualidad desconcertada escritores como Fukuyama con su prematura celebración de la Paz Perpetua y el eterno aburrimiento que la vendría a acompañar. O como Huntington con su teoria sísmica de las civilizaciones en conflicto y sus choques permanentes que replican el modelo de las placas tectonicas en deriva. Alvin Toffler, junto a ellos, se apresuro a anunciarnos el Cambio del Poder y la explosion de la Información como fase terminal de la Tercera Ola.
Respondiendo a la muerte de las ideologías y al desmoronamiento de los dogmatismos socialistas el mundo fue testigo desde entonces del ascenso de un doble dogmatismo unihegemonico. En lo ideológico, el del neoliberalismo y el libre mercado, en lo político el de la globalización.
Mas escépticos que ellos, otros pensadores del mundo americano comenzaron la anticipación de los conflictos por venir. Algunos, como Nisbett, llamando la atencion sobre la Paradoja Global en marcha. Es decir, sobre el debilitamiento de los estados nacionales y el ascenso consecuente de los particularismos cultural identitarios. Otros como Brzezinski con su Gran Tablero de Ajedrez y como Morgenthau con su defensa de la Geopolítica Clásica de Mahan y McKinder, reivindicando la continuidad, bajo formas nuevas, de los conflictos seculares por el dominio del planeta que vienen impuestos por las condiciones del Espacio Geografico, del Tiempo de la Historia y de la Evolucion de las grandes poblaciones y su demanda de recursos.
Los hechos han desmentido en estos años las visiones triunfalistas y confirman, con la guerra del Afganistán, prevista ya por Arnold Toynbee desde los años del sesenta y con el endurecimiento de las relaciones USA/China, las previsiones de quienes han querido reivindicar a la tan satanizada “pseudo ciencia de la Geopolítica” (cito esta calificacion de una Enciclopedia) y a su nunca demostrado reduccionismo geografico. Se escucha con cada vez mayor frecuencia en estos tiempos expresiones de la jerga de esta disciplina y el mundo -según muchos-se parece cada dia mas al que nos describio hace casi sesenta años George Orwell como enfrentando a Oceanistas y Eurasistas : el mundo de 1984 o de la Matrix como ahora suelen decir los estudiantes.
El mundo que emerge anuestra vista aparece, en efecto, de manera paradojica, al mismo tiempo mas complejo que lo que la ingenuidad de Fukuyama y Huntington quisieron presentar y significativa y tentadoramente, al mismo tiempo, por causa de las continuidades y la inercia de la historia, mas reductible que en los años del dogmatismo comunista a la racionalidad del pensamiento clásico de comienzos del pasado siglo. Ante los acontecimientos de la decada, las guerras mundiales y la ya terminada guerra fria comienzan a despertarnos la sospecha de estar no ante una caida definitiva del telon sino en el entreacto de una pieza teatral que sin desviarse de la trama espera aun su desenlace.
Algunos hechos aparecen ya evidentes como contextos generales de tal continuidad:
La inversión de relaciones y la asimetría de las relaciones de mercado y de poder -habria que decir tal vez la subversión de relaciones-impuestas por la ideología neoliberal entre el individuo y la sociedad, entre la empresa y el estado, entre los intereses individuales y los intereses colectivos agrava los problemas de la democracia y la justicia social que hemos heredado del siglo XIX y que por doscientos años han constituido el fermento activo de toda clase de conflictos nacionales e internacionales. El nuevo sistema político y social se revela como el mas poderoso polarizador historico social de la pobreza y la riqueza que hayamos conocido.
La universalizacion de la etica anarco-individualista promovida por la ideología neoliberal deriva los consensos no solamente hacia el plano de los relativismos culturales sino al de los relativismos personales en el campo de la moral social debilitando los cimientos de las instituciones y atomizando los consensos. La corrupción economica y política impregna los espacios institucionales de la economia y de las organizaciones partidarias.
El crecimiento desmesurado del poder corporativo y financiero rivaliza y hasta antagoniza con la autoridad de los estados. La perdida de eficacia en el plano de la gobernabilidad empaña la transparencia de las decisiones publicas y conduce al recorte acelerado de las libres determinaciones y las soberanias distorsionando los procesos de globalización. El ataque ideologico del neoliberalismo contra el Estado en cuanto tal conduce a lo que desde los años del noventa algunos gobernantes han venido llamando “perdida del control” sobre los espacios propios.
La multiplicación de organismos y de bloques internacionales por via de los cuales se pretende compensar la perdida de eficacia y de gobernabilidad facilita por causa de la globalización informativa la universalizacion de la nueva etica invertida, universalizando al mismo tiempo la resistencia y las protestas de un numero reciente de sectores étnicos, sociales, religiosos y economicos que se resultan desfavorecidos en sus intereses economicos y afectados en su identidad.
El desarrollo de las nuevas tecnologías, la creciente complejidad de los sistemas y su vulnerabilidad cada vez mayor y la naturaleza misma del mercado y de su ideología debilitan la eficacia de las protestas institucionalizadas y de los organismos destinados a su arbitración conduciéndolas reactivamente por los caminos del terrorismo y la violencia.
La concentración creciente de los sistemas de poder y su tendencia a arraigar en los espacios hegemónicos de máximo desarrollo tecnologico desplaza los confrontamientos sociales hacia esos mismos espacios absorventes caotizando las zonas perifericas del planeta y transfiriendo al mismo tiempo la violencia social hacia las naciones hegemonicas.
Las nuevas condiciones de la tecnologia militar y la gravitación de los conflictos a los terrenos religioso, social y cultural disipan aceleradamente las fronteras entre los diferentes tipos de conflictos y entre las estrategias internacionales y civiles.
Entre los nuevos esfuerzos del pensamiento geopolítico para incorporar todos estos nuevos factores al análisis es probable que, por causa de las duras condiciones impuestas a la vida intelectual durante casi un siglo entero y por las condiciones catastróficas en que se ha dado la desintegracion final del comunismo, la mas creativa y novedosa sea la rusa. Por la brevedad que impone el tiempo me limitare a presentar a esta sola en cuanto representativa de toda una multitud de intentos que se hayan hoy en marcha en Europa, en el Asia y en la America Latina. Tambien por el grado creciente de influencia que ha venido alcanzando sobre las nuevas políticas de la Federación en el curso se los recientes años. Y por la notable combinación entre heterodoxia y ortodoxia que sus fuentes y su estilo representan.
Sus principales teóricos y representantes han sido, ya desde los años del dominio comunista, Nikolay Nikolaevic Alekseev (1879-1964 filosofo jurídico y político), Nikolay Trubetskoy (filólogo y lingüista 1890-1938), Petr N. Savitsky (1895-1965 geógrafo y economista), G.V.Florovskij (1893-1979 teólogo e historiador de la cultura), G.V.Vernadskijy (1877-1973 historiador y geopolítico), Lev Nikolaevic Gumilev (1912-1922 etnógrafo, historiador y filósofo), V.N.Ilin (historiador de la cultura, literato y teólogo) y Alexander Dugin (el sintetizador). Representan toda una generacion de pensadores de la postguerra disidente, que se mantienen a caballo entre nacionalismo y socialismo de una parte y entre las alternativas identitarias no resueltas en el regimen zarista --la asiatista, la paneslavista, la eurasista y la europeista-de la otra. Ascendieron a la popularidad de sus ideas -71% en las encuestas mas recientes-- apoyandose en la revista geopolítica Elementy y en los movimientos tradicionalista conservadores tipo Pamyot y tipo Arctogaia y navegando dificultuosamente sobre las aguas turbulentas del nacionalismo de Shirinovski y de Limonka el neobolchevismo de Ziuganov.
Encuentran sus antecedentes mas cercanos en pensadores mistico-politicos poco conocidos por el mundo occidental (aunque si, en los EEUU por la ya casi olvidada escuela sociológica de Pitirim Sorokin el ex Secretario exilado de Kerensky). Entre ellos Leontyev, Danilevsky, Soloviev o Berdiaeff y ciertos pensadores del tardio romantismo religioso europeo occidental como René Guenon y Julius Evola. Sus referencias filosofico científicas estan en Ernst Jünger, Martín Heidegger, Oswald Spengler y Karl Schmitt, asi como en la escuela sociologico organicista germana con Ferdinand de Tonnies y sus contrastes entre comunidad y asociacion, economistas como F.List, S.Gesell. F.Schumpeter, F.Leroux y Keynes. Con ellos el sindicalismo bundisch y el impulso nacional revolucionario de Ernst Niekisch.Sus lecturas geopolíticas giran en torno de Mahan y McKinder, Haushofer, Spykman y Brzezinski. Politicamente sus precursores de los años del treinta y el cuarenta se ubicaron entre los fundamentalismos nacionalistas del fascismo y el nacionalsocialismo y los fundamentalismos colectivistas de los bolchevismos y constituyeron, en la Segunda Guerra, el núcleo europeo de una Resistencia frente a ambos extremismos.
Los eurasistas expresan estos dias, en la Rusia postrevolucionaria, el impulso persistente de un pensar ruso-germanico que habia permanecido reprimido y clandestino durante todas estas decadas y que ahora, al aflorar, busca enfrentrarse con los desafios del futuro. Se identifican como la Escuela Eurasista. Se rumoreó hace un tiempo que Yevgeny Primakov era partidario del eurasismo, aunque el veterano dirigente de la KGV nunca lo reconoció públicamente. Vladimir Putin, hace apenas unos meses, reconoció su afinidad en una entrevista difundida en toda Rusia. “Yo he sido siempre un eurasista”, declaró. Ilan Berman, del Institute for the Study of Conflict, Ideology and Policy, comentaba ya en el número de setiembre octubre 2001 de la revista Perspective (vol.XII Nº1) que este movimiento estaba "comenzando a animar las maniobras internacionales del Presidente". "Dugin --añade--es ahora visto como el más importante geopolítico ruso. Sirve como asesor en asuntos internacionales para numerosos parlamentarios rusos de primer nivel, entre los que se cuenta comunista-patriótico relator de la Duma, Gennady Saleznev, así como omuchos altos oficiales de la Defensa rusa y de los medios diplomáticos. Sus escritos sobre estrategia han alcanzado una influencia profunda no sólo en el líder del Partido Comunista Gennady Zuganov, sino en promimentes miembros del Estado Mayor Ruso. Su libro principal, "Los Fundamentos de la Geopolítica. El Futuro Geopolítico de Rusia" constituye la biblia del Neoeurasismo". A la influencia de Dugin se atribuye también, según la misma fuente, el Pacto de Shanghai, el Ruso-Chino, el Ruso-Iranio y el estrecho acercamiento entre Moscú y Berlín.
La filosofia de los eurasistas esta basada en la oposicion entre dos perspectivas sobre la sociedad y sobre la historia. La holistica organicista, solidarista y tradicionalista, y la mecanicista, atomista, individualista y contractual. Los pensadores en los que se apoya como antecedentes sostuvieron, en efecto, para su epoca, un enfoque.espacio-cultural, el mas cercano del pensamiento ruso-germanico a la modernidad y a su vision geopolítica, pero al mismo tiempo realizaron el despliegue de un paradigma de la historia radicalmente antagónico al del evolucionismo progresista que prevalecia ya entonces en el mundo occidental.
Europa o la “modernidad” era interpretada negativamente en ese paradigma con el oeste, con la decadencia y el crepusculo de la Cristiandad y con su rol activo de propagador de un sistema de valores disolvente, antagonicos a los legitimos valores de la “verdadera Humanidad” y, en resumidas cuentas, nihilista; al tiempo que se identificaba a la Santa Rusia y la “tradicion” con el oriente y con la aurora de un nuevo cristianismo, eventualmente con el ascenso de una Tercera Roma. Rusia se entendia aqui no como un estado nacional sino como un poder o potencia de caracter cultural-continental dotada de una misión de redencion y consciente de ella como de un destino historico abierto hacia oriente y occidente y sobre todo actuante en cuanto representante de los intereses de la Humanidad que se precipitaba a las tinieblas. Se oponia asi, dentro de un esquema de valores contrastantes, el “cosmopolitismo” desarraigado de la America del Norte y la Europa de occidente a la aspiracion mistica rusa de verse cada hombre trasmutado en el “Hombre Universal”. A la manera del comunismo bolchevique, la conciencia rusa aparece aquí como dotada de una misión civilizatoria pero no de carácter economico social sino etico metafísico y teologico. Se presenta este carácter como la figura inversa del mesianismo norteamericanista de la doctrina Sullivan.
La propuesta teopolítica involucra en tal contexto la necesidad de una doctrina de multiples niveles que se encuentre en condiciones de proveer la necesaria síntesis ideológica, economica y social ...Se aplica, pues, primariamente, a la elaboración de una teoria del estado eurasista o “estado garante”. Esta se manifiesta en la afirmación de una oposición -que se asienta en la propuesta por la Escuela Jurídica Romántica germanica, entre el llamado estado de derecho y el estado de deberes y entre la democracia mecanica y la democracia organica, desde la que el individualismo atomico, que aparece natural y lógico al modernismo filosofico de la democracia occidental se percibe como ajeno e inaceptable para la democracia oriental y esta se afirma como la forma natural y legitima de toda verdadera democracia desde un estado fuerte y multietnico. La ley, según sostiene Alexeev, debe construirse sobre principios y razones alternativos a los que impone la teorizacion jurídica liberal del occidente. El pensamiento jurídico de Karl Schmitt se mantiene en el background de la propuesta. Pero la heterodoxia se resuelve una vez mas en las mas clásicas oposiciones de Mckinder entre Continentalismo y Oceanismo:
Oceanismo:
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Capital, Individualismo = Mar (Occidente) = Anglosajones (en sentido amplio “Romano-Germanicos”) = confesiones religiosas Cristiano-occidentales
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Continentalismo:
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Trabajo, Solidarismo = Tierra (Oriente) = Rusos (en sentido amplio “Eurasiaticos”) = Cristiandad Ortodoxa
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Dentro de este contexto, los eurasistas defienden el principio de multipolaridad oponiendose radicalmente al globalismo unipolar y todas sus implicaciones atlantistas u oceanistas.
La multipolaridad que ellos proponen no es, sin embargo, la de los estados nacionales sino la de un sistema de formaciones civilizatorias integradas o grandes espacios (grossraum) en el lenguaje de Ratzel y de Kjellen, articuladas en cinturones economicos o zonas geo-economicas, sobre la base del principio de relacion igualitaria entre todos los pueblos y paises, organizados en terminos de proximidad geografica, cultural, axiológica y civilizatoria en cuatro cinturones.
El Euro-Africano, incluyendo 3 “grandes espacios”: Union Europea, Africa Islamica y Africa, sub-tropical (negra);
El de Asia-Pacifico, incluyendo a Japon, Asia sudoriental e Indochina, Australia y Nueva Zelandia;
El de Eurasia continental, incluyendo 4 “grandes espacios”: Rusia y la CEI, el Islam Continental, la India y China;
El Americano, con las tres americas como tres grandes espacios.
En el esquema se percibe claramente la influencia del panamericanismo de los proceres de la America Latina y del continentalismo predicado por Karl Haushofer desde los años del mil novecientos treinta.
Por el momento el desarrollo y la admisión de esta vision eurasista ha debido atravesar por lo menos tres etapas.
La primera, la que corresponde al desconcierto por parte de los analistas rusos y la euforia de los americanos a partir de la caida del Soviet Supremo. Desde la perspectiva rusa, esta se concentro -como lo reflejan sucesivas declaraciones de la conducción política rusa y norteamericana-- en la re-identificacion del enemigo y la definicion de la doctrina militar consecuente a esta. “No entiendo que quieren los rusos” y “no entiendo que quieren los americanos” han sido expresiones explicitas de ese periodo cuya primera culminación parece haberse dado a partir de la identificación de China como enemigo principal por parte de los EEUU hace algunos años. Desde el año 1997 Clinton habia hecho ya claro que los EEUU tomarian todas las medidas necesarias para impedir la formación de un bloque eurasiático.
Según la interpretación de los eurasistas la respuesta rusa se hizo esperar hasta los dias de Vladimir Putin y estuvo representada por la toma de la opcion de seguridad multipolar por la que los EEUU se convirtieron en la amenaza principal. Putin, desde entonces, se declaro explícitamente eurasista. Desde noviembre del año 2000 Rusia hizo saber su aspiración de convertirse en un centro integrador para Asia, Europa y America. La respuesta termino representada en terminos geopolíticos por la firma entre Rusia, China, India e Iran del Tratado sobre Vias Meridionales de Transporte, configurado sobre las huellas de la antigua Ruta de la Seda y abriendo el acceso de la Federación a los puertos del Golfo Persico. Fue el llamado trígono estratégico. Paralelamente a esta apertura hacia el Pacifico se produjeron acercamientos sucesivos hacia los paises de la America del Sur.
A partir del atentado del 11 del 9 la ofensiva diplomatica y militar americana, generalizada hacia un enemigo indefinido y declarada como una guerra sin objetivo ni fin reconocibles pero focalizada por ahora en las zonas perifericas de la Federación condujo a una nueva serie de tanteos en busca de acomodo con la nueva situacion al mismo tiempo que a un acercamiento en dirección a una Union Europea cuyos desacuerdos con los EEUU se hacian cada vez mas acentuados. La duda y la aprension se instalaron solidamente entre los analistas rusos desde el momento en que Bush hizo las primeras alusiones a la existencia de un eje del mal, mas tarde redefinido como curva de inestabilidad. El cambio de la dirección geoestrategica en las relaciones con Europa se hizo indispensable.
Los acontecimientos de estos dias confirman finalmente el reajuste de las nuevas tensiones entre la Federación y los EEUU y le dan comienzo a lo que un ajedrecista llamaria el Medio Juego. Al mismo tiempo los acuerdos entre Bush y Putin crean un nuevo apoyo para la distension al aceptarse una nueva reducción del armamento de ambas partes y Rusia anuncia la creación de la curva de estabilidad sobre la base de la articulación de su política de seguridad con la de la NATO. La política europea sera sin duda alguna sujeto de cambios importantes por causa del peso que representan en el orden internacional la Federación y sus aliados. Es probable que los europeos vean este acercamiento como una formula que facilite su manejo de los desacuerdos con los EEUU amortiguando la presion de Washington y restaurando el equilibrio de las fuerzas. Los eurasistas rusos tal vez lo entenderan como el complemento necesario a las alianzas trabadas en el Asia según la teoria de la tendencia historica a la síntesis final de la Rusia Eurasiática y la Europa Romanica como Tercera Roma que desde el Frente Oriental enuncio Walter Schubart antes de su desaparición en los años del cuarenta. Entre tanto se agudizan las tensiones en el Medio Oriente y en la zona del Kashmir y se hace impredictible cuanto pueda llegar a prolongarse el Medio Juego que se inicia.
Por lo pronto la apertura de los Nuevos Horizontes en Peru, el balancín desestabilizador de Venezuela, el tono cada vez mas airado en que deviene el dialogo de sordos entre USA y Cuba mientras se agita la cuestion de la creciente influencia de la China en el Caribe, la acelerada descomposición de la Argentina que fuera hasta hace poco el principal socio y aliado de los EEUU en esta zona, el informe reciente del Departamento de Estado con la evaluación de la America Latina en terminos de su colaboración en la Guerra Sin Fin y Sin Comienzo, en el que los Estados Unidos levantan por primera vez la mano contra Chile, inaugura la participación de la América del Sur en la partida y nos trae la inquietud de que la próxima jugada pueda llegar a hacerse en este continente, hacia el otro lado del Pacífico o en ambos continentes.
Publicado en Ciudad de los Césares
pags. 20-23. Nº63, Julio-Agosto 2002 -- Año XIV
Santiago de Chile
07/11/2001
Apendices
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